"No entiendo por qué en esta casa la piña siempre va encima de todos, maldita engreída. Siempre está ahí, enseñando su malformado penacho y presumiendo sus cuadritos abdominales coronados con sus penachitos más marchitos que yo misma." Quien hablaba entre tapujos provocados por las demás frutas era la pera, olvidada en el fondo del portentoso frutero que el pintor usaba para sus bodegones.
Las demás frutas, el mango petacón, la caña de azúcar, el melón chino, la guayaba de olor, los duraznos expuestos con gotitas de néctar, los guineos y las uvas moradas, se mantenían en silencio pues el peso que la piña envanecida ejercía era demasiado. Además, el contacto con su cáscara producía escozor por tantas protuberancias y raíces secas. Lo mejor era que estuviera encima, pensaban todas, porque si estuviese debajo, seguramente nos picaría con su duro pompón verde gris y ajado.
"Me encanta el olor que sale siempre de este cuarto" se escuchó una voz. Era la bella mujer que acompañaba en ocasiones al artista. Estaba cruzando el dintel de la puerta y se le veía extasiada, como descubriendo algo que ahora le hacía comprender. Vestía ligero, con un vestido blanco y largo en capas casi transparentes que parecían translucir pero no lo hacían más que la abertura que tenía en la entrepierna. "No me habías mostrado este lugar", dijo ella sin voltear pero sabiendo que el pintor la escuchaba a su espalda con ambas manos fuertemente empotradas sobre la parte inferior del marco de la puerta. Se notaba que el pintor apretaba el aluminio para contener sus ansiosos pasos hacia la mujer y acudir a ella en violento ruego por un arranque de lujuria. Para él, en este momento, el cuarto era el lugar menos voluptuoso del universo, simplemente porque le estaba restando tiempo a su tarde y noche con ella.
"Tendrás que explicarme cómo es que te inspiras para pintar", dijo, con sus suaves manos deslizándose sobre el lienzo vacío de días y días sin poder plasmar idea alguna. Él guardaba un irónico silencio, meciéndose debajo de la herradura clavada bajo el irregular tablado del techo. Ella, sin embargo y a pesar de la expansión que creaba en el ansia de él, no esperaba respuesta y continuó caminando grácilmente hasta llegar a la gruesa mesa de cedro en que estaban posadas las velas y las frutas enclaustradas dentro de la desmedida ponchera de vidriosos colores. Se llevó la mano hasta debajo de su barbilla en actitud pensante con un murmulloso gemido al tiempo que observaba la composición. "Esta piña no está bien aquí", dijo. "Se ve como si estuviera aplastando a todo lo demás". Y, ante los ojos del pintor que se abrían más que alcancías rotas y sus músculos que se tensaban como cables de puente colgante, sin más parlamento, tomó la enorme fruta por la pétrea cabellera con sus dos manos y la botó de la mesa como quien avienta una pelota para que llegue hasta la cocina dando brincos.
Al hacerlo, un aroma todavía más intenso que el del cuarto le llegó desde el fondo del platón. Era una pera que había sido enterrada bajo manzanas rojas hasta con su olor. Y el olor se había ido acumulando hasta crear este afrodisíaco compendio de días de sabor sin inspiración. Así, todavía con su estupefacción floreciendo con cada momento que pasaba, el pintor observó a la bella mujer desmontando el otero de frutas que todavía no le acababa de satisfacer para comenzar a pintar, hasta que pudo llegar a donde la pera al fin libre y expuesta a la luz mostraba su realidad: estaba rancia.
"Tienes que usar frutas frescas para tus pinturas, bello", dijo ella haciendo una mueca de grácil sarcasmo con el tallo de la fruta pasada entre sus dedos. Siguió caminando ahora más esbelta en su postura hasta llegar al rincón donde estaba el canasto de la basura. Depositó la pera con un certero pase de basquetbolista y siguió su marcha hacia la cocina abriéndose paso debajo de la axila y el brazo derecho de él. "Tengo hambre", dijo. "¿Tienes algo de comer?"
el huge 
Me hiciste acordar de cuando nos enseñaban sobre composición en la escuela de Foto… "Un bodegón es tan simple y coomplejo a la vez… hay miles de bodegones, pintados y fotografiados, pero depende de como acomodes las frutas, les va a dar ese toque de frescura que haga que se te antoje tomar una fruta, y si eso lo logras hacer, es que eres un artista"
¿Y sabes que? A mi se me antojaron las frutas de tu cuento…
Un abrazo cyberbro!!!
Me ha gustado lo que has escrito, el olor de la fruta en el frutero, mi abuela tenia uno de cristal, y me llegaba todo su aroma, siempre tenia fruta, y nos la comiamos, ahora ya no, yo pongo la fruta, mi hija no la come, yo tampoco y la tengo que tirar toda en la basurita, como en tu escrito, siempre he pensado que las cosas, todo, tiene alma y sienten y piensan y dialogan, el de las frutas es su olor, frescos cuando estan verdes y dulzones y mareantes cuando estan maduros, derrochando toda su fuerza de fruta, me gusta mucho como escribes, un saludo desde un frutero con 3 platanos y 6 limones, amelia
Pero qué lindo esto!!!…lo has escrito tan bien y lograste tan bien el clima que me pareció estar viendo una escena de una película!!!…muy buena idea, además me encantaron los pensamientos entre las frutas!!, jejejeje.
Lo he disfrutado mucho!!
Quiero darte las gracias por tu visita y tu comentario sobre mi entrada de Mickey Mouse, te cuento que cuando veo los eprsonajes de Disney me vienen a la cabeza recuerdos de mi niñez, esa feliz etapa donde no importan los imperialismos ni las multinacionales, ni los intereses comerciales ni ninguna otra de las acepciones que la palabra Disney pueda tener hoy…peara mí, en aquellos días significaba fantasía, diversión y tardes enteras leyendo mis historietas del Pato donald, sus sobrinitos, Mickey mismo y toda la serie de sus amigos, más adelante los domingos por la tarde, cuando podía, los veía por televisión y a las imágenes conocidas se le agregaban el movimiento y la voz, y toda esa magia se debe haber quedado en mi subconciente porque hoy por hoy, apesar de lo que me dice mi raciocinio, los sigo sintiendo reales e inocentes, muy alejados de los cuestionamientos, sin duda ciertos, que mi parte de niña aún hoy no quiere ver…
Te dejo un abrazo, y muchas gracias otra vez por tu relato y tu visita!!!
Siempre he dicho q en esas cuestiones, de la vista nace el amor, cuando se ve de tal forma q es llamativo a la vista, las cosas son mejores.
Un gusto leerte.
Buena semana.
Saludos.
No manches, el torneo pasado yo dije… Me cae q Santos si sigue jugando así, dará mucha guerra en el otro torneo y están de súperlideres muy bien merecidos y la tendremos muy difícil pero se trata del rebaño mi amigo y aunq andamos medio del nabo tenemos un asuntillo q no se olvida.
Le voy a mi rebaño hasta la muerte y q gane el mejor, o sea nosotros jaja.
Bye.
Me imagino a la pera contenta porque al fin le habìan quitado a la piña de encima. Pero luego ocurre que por culpa de eso descubren que ya está podrida. Luego no sabemos porque las cosas son como son …si son de cierta manera es por algo .
De verdad que escribes deliciosamente bien.
Me encantó leer esto.
Salu2
Te he leido, he entendido y sentido, sólo que hoy no es un buen día, regresaré despues a comentar sobre tu entrada.
Me abrazas ?
Hola huge!Mmmm que rico… frutas. Ja ja! mira que yo siempre me he identificado con las peras, si yo fuera fruta… esa sería y precisamente hoy… me siento como una pera aplastada por la piña de mi depresión. mmm en fin.Me encantó tu historia, la mujer, la fruta… hasta la tensión se sentía… brrrr.Un abrazote mi buen.
Pobre piña, acabo muy lejos de donde estaba y la pobre pera, en el bote de basura.
Es increible, pero las mujeres tenermos esa obsesión por el orden-limpieza y si algo no nos parece lo mandamos a la basura!!
saludos!!
Falta de conciencia la del pintor, poner la perita hasta abajo :s me gusta la piña, pintar su penacho me hubiera llevado más tiempo y mientras bello, comer no esta de más.
Saludos muchos y por lindo… cierra los ojos.
Oye papazorro yo quiero ver tu bajo! Arriba el bajo del Huge! (que si esta HUGE)
¡Ándele mi estimado Tokay! usted sí que se avienta unos cuentos bien sabrosos. Me voy con sabor a frutas en la boca.Saludos compadre
Pues si, tienes mucho q festejar, realmente santos está en un muy buen momento, no me hizo gracia pero nos dieron una buena bailada, así es el fucho, un día estas en la cima y al otro… Mmm ya ni lo pienso mejor.
Saludos.
La mera neta, no se que paso pero se me antojo cañon un cocktail (creo que asi se escribe) de frutas, mango petacon con chile piquin, sandia, piña (aunque se crea mucho) uts me cae que tengo que salir a comprar uno si no se me va reventar la hielSalud-os
Has dicho mango?
Has dicho mango?
Ains
Los de aqui no saben igual ya lo comprobé
Quiero mis mangos de YUCATÁN, LOS QUIEROOOO
Una vez dicho esto y haberme vuelto loca con tanta fruta
Me parece genial que hayas hecho todo un relato
con bodegón de fondo y la lujuria en primer plano
o en segundo, que se yo
Y es que se me olvida que el calor alli no se va
Un beso
Ah, que no te cortes el pelo por nada del mundo
si te ven hippioso que se aguanten
tu se tu
UUmm osea que dejo pior el asunto, avento la piña y tiro la pera… incompleto dejo todo, sin peras ni piñas… no me imagino la pintura he!
Pero bueno, llego a poner orden… como siempre lo hacemos :p ¡!¡
Por cierto, ya tenia un bbuuuuennn qe no venia por aqi… chale que mala soy contigo!
Sorry 😦
Chaoººº
UUmm osea que dejo pior el asunto, avento la piña y tiro la pera… incompleto dejo todo, sin peras ni piñas… no me imagino la pintura he!
Pero bueno, llego a poner orden… como siempre lo hacemos :p ¡!¡
Por cierto, ya tenia un bbuuuuennn qe no venia por aqi… chale que mala soy contigo!
Sorry 😦
Chaoººº
Huge!
Me encantó la historia y tu estilo de escritura. En lo que toca a la pera, lamento su cruel final, aplastada por la piña sin nadie que disfrutara al menos su completo esplendor, ¡qué ironia! En el mundo hay mucha gente piña y otras tantas peras. Lo cruel es que finalmente no se aproveche ni una ni otra en los fabulosos cuadros.
Un saludo, Fabs.